Llama la atención la sencillez y sobriedad de esta composición en la que el elemento principal, no sabemos si es la flor solitaria, sobre el verde tapiz de mil hierbas silvestres, o el poderoso contraste de dos colores complementarios: el rojo y el verde.
En cualquier caso se pone en evidencia la fuerza expresiva de la imagen expresada con mucho acierto de forma minimalista.
UNA ENTRE MIL
ResponderEliminarLlama la atención la sencillez y sobriedad de esta composición en la que el elemento principal, no sabemos si es la flor solitaria, sobre el verde tapiz de mil hierbas silvestres, o el poderoso contraste de dos colores complementarios: el rojo y el verde.
En cualquier caso se pone en evidencia la fuerza expresiva de la imagen expresada con mucho acierto de forma minimalista.